(2016-05-24) Valencia: el Síndic insiste en el ahorro de devolver las resonancias a la sanidad pública

El gran agujero que supone la sanidad pública en los presupuestos anuales podría aminorarse, y bastante, apostando por lo público y mejorando la gestión directa en ciertos servicios. Estas son las principales conclusiones planteadas por el Síndic Major de Comptes (la Sindicatura de Cuentas es la institución encargada de fiscalizar la gestión económica, financiera y contable del sector público), Rafael Vicente Queralt, en el último informe presentado ayer a les Corts y en el que vuelve sobre dos trabajos anteriores cerrados en 2012 y 2013 en los que se estudiaron exhaustivamente el funcionamiento y los costes de dos de los servicios externalizados en la sanidad valenciana: la hemodiálisis y las resonancias magnéticas.

El nuevo informe, en principio, venía a valorar el grado de implantación que han tenido en la Conselleria de Sanidad las recomendaciones que en su día se dieron sobre estos servicios pero ha terminado siendo un recordatorio de los «agujeros» por los que la Conselleria de Sanitat pierde dinero.

De hecho, el documento ha servido para que el Síndic se reafirme enérgicamente en lo ya dicho en 2013: el servicio de resonancias magnéticas sería más barato si se ofreciera desde el sistema público.

Comentarios «poco afortunados»

Por aquel entonces, la sindicatura cifró el ahorro entre 3 y 16 millones de euros, una cifra en la que se reafirma al tiempo que refuta el contrainforme que presentó la concesionaria –que tiene el servicio hasta finales de 2018– asegurando que la sindicatura había equivocado conceptos y, por ello, el saldo para la sanidad pública era positivo si se mantenía la externalización del servicio y no al revés.

Queralt desmonta punto por punto los argumentos de la concesionaria, la unión de empresas Erescanner Salud, criticando además que lo haya presentado casi «tres años» después de la emisión del informe inicial y con interpretaciones «erróneas y nada acertadas» y «comentarios poco afortunados» sobre los errores cometidos por la Sindicatura en su análisis.

Así, llega a asegurar que la conclusión sobre el precio medio por prueba al que ha llegado la concesionaria y el auditor que realizó el contrainforme está «distorsionada» por «realizar simplificaciones en sus cálculos (?) Por el contenido de la alegación, no parece que hayan comprendido el planteamiento de esta Sindicatura para estimar el ahorro potencial del modelo C», en el que se tiene en cuenta la realización de las resonancias directamente por servicios públicos.

Bajo esta premisa, el Síndic repite los cálculos para concluir que si todas las exploraciones realizadas en 2015 en la Fe, Alcoi y Orihuela se hubieran hecho siguiendo este modelo C el importe hubiera sido «1.104.962 euros menos que lo realmente facturado en 2015» aunque reduce la cifra a 354.008 euros en estos tres hospitales al tener en cuenta que sería necesario dotar de personal el servicio, coste que estima en 952.831 euros.

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