(2016-08-17) Euskal Herria, ambulancias privatizadas: «36 horas seguidas de trabajo por falta de relevo»

Bases con problemas de mosquitos y ratas. Material sanitario que se desinfecta en una ducha corriente. Falta de medicación en algunos de los vehículos. Ambulancias que tienen el escalón para subir roto y los empleados han tenido que poner dinero de su bolsillo para comprar un banquito de Ikea con el que facilitar el acceso a las personas mayores o con problemas de movilidad. Jornadas de trabajo «ilegales» y horas extras «a cascoporro», estando «prohibidas por convenio». Son algunas de las irregularidades que un grupo de trabajadores de la Red de Transporte Sanitario Urgente (RTSU) de Bizkaia ha puesto en conocimiento del Gobierno vasco para tratar de buscar una solución.

Los técnicos que atienden las emergencias de soporte vital básico aseguran que la situación en esta «esencial prestación pública» es «muy preocupante». Alertan de que «la calidad del servicio ya se está resintiendo» y advierten de que podrían producirse «accidentes laborales graves» o «serios» problemas que acabarían repercutiendo directamente sobre los pacientes que trasladan de urgencia. Por su parte, portavoces de la firma guipuzcoana Larrialdiak, la adjudicataria del servicio, atribuyen a «un tema sindical» las denuncias de los trabajadores y aseguran que ya se ha pactado un calendario con el comité de empresa para subsanar «las deficiencias detectadas en una evaluación de riesgos». Según ha podido saber este diario, el Departamento de Salud del Gobierno vasco realizó una serie de inspecciones en las bases de la RTSU de Bizkaia, cuyas conclusiones no han trascendido.

Los empleados, que cuentan con el apoyo de los sindicatos ELA, LAB y ESK, afirman que llevan «demasiado tiempo callando» y que «si hasta ahora todo ha salido bien, es por el buen hacer y la implicación que están mostrando los más de 240 compañeros que forman parte de la RTSU». Sin embargo, «ya no podemos aguantarlo más», claman.

Según su relato, las dificultades en las ambulancias de emergencias comenzaron cuando el sistema se privatizó, hace ahora tres años. Salud decidió sacar a concurso las más de treinta bases existentes en el territorio y que, hasta ese momento, gestionaban las entidades benéficas DYA y Cruz Roja. Desde entonces, el servicio ha cambiado varias veces de manos, en función de qué empresa ganaba el concurso público licitado por el Ejecutivo autonómico.

Seguir leyendo