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  Francia: rescatan hospital modelo PFI. Se habrían ahorrado 500 millones de € si el hospital lo hubiera construido un operador público  
 
  Hospital Sud Francilien (Francia), ejemplo del fracaso de gestión publica-privada  
 
  Le Monde, 31 de marzo de 2014. Autores: Bertrand Bissuel y Laetitia Clavreul. - 2014-04-21  
 

Ya, en 2011, Bruno Piriou, vicepresidente del consejo general de la región francesa de Essonne y Roger Ferreri, medico psiquiatra en el hospital Sud-Francilien, publicaban en Le Monde un artículo en el que explicaban las razones del fracaso de la gestión conjunta del centro hospitalario sud-francilien entre las ciudades francesas de Evry y Corbeil-Essonnes y el grupo privado Eiffage. « A la luz de los acontecimientos de estos últimos meses, esta catástrofe financiera y sanitaria se ha convertido en la ilustración de lo que no se debe hacer: la aplicación dogmática de esos famosos acuerdos publicos-privados en campos tan poco apropiados como lo es la construcción de un hospital público », escribían en el diario francés.

 
Una primicia

En los años 2000, los consejos de administración de los dos hospitales de Corbeil-Essones y de Evry deciden el cierre de ambos establecimientos, construidos en los años 1980 y casi nuevos, para construir un sitio único para las poblaciones de las dos ciudades. En aquella época los únicos en oponerse a este proyecto fueron los representantes del personal de ambos hospitales, los usuarios y algunos políticos locales. Despreciando la consulta que pedía la comunidad médica local, las obras del nuevo hospital prosiguieron, apoyadas por los alcaldes de Corbeil-Essonnes y Evry. El único punto de debate fue el solar elegido para la construcción : un terreno inclinado a caballo entre las dos ciudades totalmente inapropiado y que causará luego importantes sobrecostes en las obras. Los responsables deciden aplicar un modelo de gestión pública-privada y es el grupo Eiffage que gana el concurso para la construcción y explotación del hospital. Esta operación constituye entonces una primicia en materia de construcción de un establecimiento de salud pública.

 
8.000 errores

Desde entonces, el progreso de las obras acumula inestabilidades : rotación de los directivos, sobrecostes importantes, aumento del canon exigido por Eiffage... A principio de 2011, se destapan numerosos defectos (8.000 errores confirmadas por peritos) que retrasan el cumplimiento de las obras mientras Eiffage pide 100 millones de euros extras para acabar las obras. El canon, inicialmente valorado en 29 millones de euros anuales aumenta a 43 millones de euros. Un informe de la cámara regional de cuentas valora en 500 millones de euros los ahorros que hubiera supuesto la construcción del hospital por un operador público. Para más inri, se descubre que el director del hospital tira la toalla en el verano de 2011 frente a restricciones presupuestarias inaguantables, impuestas por la Agencia Regional de Salud. Este hombre, conocido por su austeridad en materia de reducción de gastos del hospital, se ha negado a aceptar lo inaceptable, dicen Piriou y Ferreiri : que los ahorros insensatos exigidos de los cuidados sanitarios sirvan para pagar al grupo Eiffage, principal responsable del déficit financiero que representa esta operación. Este modelo parece ser sin embargo la elección de la Agencia Regional de la Salud con un plan de reestructuración al que se han opuesto el personal hospitalario, los sindicatos y políticos.

Una factura de 170 millones de euros

« Cuando llegué, esto era como Beirut Est y Beirut Oeste», cuenta Jean-Michel Toulouse, el director del hospital Sud-Francilien, contratado a finales de 2012. La solución acabó por caer : un divorcio amistoso. El lunes 31 de marzo de 2014, los dos socios se reunieron en un bufete de abogados para poner fin a un contrato enfitéutico hospitalario (variante del contrato público-privado) con Eiffage. “Nunca hubieran podido aguantar 30 años con tal situación de conflicto”, confesaba el director de la Agencia Regional de la Salud de Ile de France. Treinta años era la duración del canon. Al final, al cabo de un período de transición de 18 meses, el hospital vuelve a ser propiedad publica en 2015. « Es una liberación, retomamos el control de nuestro destino », dijo Jean-Michel Toulouse en una entrevista a Le Monde publicada el pasado 31 de marzo. La operación le costó cara al establecimiento : unos 170 millones de euros según el propio hospital, lo que no ha sido confirmado por Eiffage que se ha negado a expresarse públicamente.

Victoria de los sindicatos

“Todo el mundo reescribe ahora la historia. Ya no hay nadie para defender los acuerdos públicos-privados, ni siquiera Eiffage. Pero en 2006, los únicos en denunciar esta elección fueron los sindicatos”, señala Catherine Fayet, del sindicato francés SUD-santé.

Según el hospital, la salida del acuerdo público-privado permite ahorrar hasta 700 millones de euros. Sin embargo, queda una duda: ¿pesará más la factura al final que los 170 millones necesarios al cierre del canon ? De momento, no hay una respuesta. Los 40 empleados de Eiffage (algunos presentes desde la construcción del hospital) tendrán que ser despedidos mientras el hospital tendrá que contratar por otra parte más personal para el mantenimiento procurando que los nuevos gastos no superen los de la época de Eiffage. La nueva dirección del hospital confía en una vuelta al equilibrio de aquí a 2017. La actividad del hospital ha incrementado en un 13,5% en 2013. Algunos, incluso, reconocen el aspecto positivo de la operación con Eiffage. « Si no hubiera habido de acuerdo público-privado, no habría hospital tampoco”, reconoce el doctor Claude Pouges. Y « sin el acuerdo público-privado el hospital tampoco estaría terminado”, confiesa un directivo del establecimiento. El sistema de control, implantado para monitorizar el trabajo de Eiffage será mantenido también.

Extractado por Nathalie Pedestarres para CAS

 
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