El Ministerio de Sanidad ha anunciado que en los nueve primeros meses de 2015 han sido tratados casi 60.000 pacientes del virus de la Hepatitis C con los nuevos fármacos antivirales de última generación. De ellos, casi 52.000 eran pacientes con fibrosis en grados F2, F3 y F4, que han sido priorizados a la hora de recibir tratamiento.

Según las comunidades autónomas, hay 95.000 personas diagnosticadas de hepatitis C en todo el estado, mientras que los infectados, la mayoría de ellos sin saberlo aún, pueden rondar los 700.000.

De lo que no ha informado el Ministerio es de las cantidades pagadas para el tratamiento de los 60.000 pacientes. Teniendo en cuenta que los costes de fabricación del tratamiento para 12 semanas del genérico de Sovaldi es de alrededor de 115 €, y que inicialmente se comenzó a pagar a Gilead unos 43.000 € por tratamiento, que posteriormente se redujeron a 25.000 €, y en los últimos meses a unos 13.000 € (las cantidades son fruto de diferentes filtraciones, ya que el Gobierno, en línea con su transparencia habitual, no da cifras), si establecemos una media de 25.000 € por tratamiento, nos da la friolera de 1.500 millones de €, cantidad similar al gasto sanitario de una comunidad como Extremadura, o lo que es lo mismo al gasto sanitario anual de 1,2 millones de personas.

Si el Gobierno hubiera emitido licencia obligatoria para producir el genérico, lo que permite la legislación, se hubiera podido producir este fármaco a unos costes no superiores a 200 €, lo que habría permitido tratar a los 60.000 pacientes por 12 millones de €, o a los 700.000 infectados del por 140 millones de €.

Es decir, se han dilapidado 1.500 millones del € de dinero público, que se ha detraído de otras necesidades sanitarias, y que han sido trasladados a los bolsillos de los accionistas de Gilead. Es altamente sospechoso el silencio de las “sociedades científicas médicas” que no han reclamado en ningún momento la emisión de licencia obligatoria para producir el fármaco a costes mínimos, y así poder garantizar el tan cacareado “tratamiento para todos”.

Hoy, dos años después del inicio de la lucha de los pacientes por sus tratamientos, creemos que se ha perdido una oportunidad única para haber centrado la lucha en la fabricación del genérico, única forma de garantizar “tratamiento para todos”. Durante este tiempo, políticos de todos los colores se hicieron las fotos de rigor aprovechándose de los pacientes; los fármacos de Gilead han logrado encabezar el ranking de beneficios; y las patentes siguen blindadas gracias a las instituciones y gobiernos europeos.

CAS octubre de 2016.